23 junio 2006

Idolos Dibujados



Evitando hacer comentarios futbolísticos de nuestra querida selección, que se podrán leer mañana en todos los diarios deportivos especializados, yo voy a comentar el partido más interesante del mundial hasta el momento: Brasil – Japón.
Después de ver el partido completo he llegado a la conclusión de que los dibujos animados son la fantasía más irreal que existe, y que gracias a ellos todos hemos desarrollado, aún más si cabe, nuestra rica imaginación colectiva. Todos recordaréis los interminables partidos de Campeones, es decir, el Oliver y el Benji. Auténticos ídolos japoneses los cuales nos hacían creer que en Japón se encontraban las mayores figuras futbolísticas en ciernes de todo el globo. Eso sí, con nombres y rasgos occidentales. En esos interminables partidos que se desarrollaban a lo largo de infinitos capítulos nos mostraban a los brasileños como lo que son en la realidad, los amos de esto de darle patadas al esférico, pero aún así, los jóvenes japoneses lograban vencerlos en esos partidos épicos, más propios de guerras púnicas ancestrales que de unos dibujitos para nenes. Por cierto, para mí lo más incomprensible era que el campo parecía estar siempre cuesta arriba, medir kilómetros de largo y que el balón se quedaba anclado siempre como si el césped estuviese impregnado de pegamento imedio.

Total que para mí que los japoneses en la primera parte se creyeron auténticos dibujos animados de Campeones y soñaron con vencer a sus ídolos, pero la realidad da bofetadas muy duras y los putos amos del balón se rieron como quisieron de los ingenuos nipones, a los que sólo les faltó pedirles un autógrafo a los amarillos cada vez que pasaban a su lado...

Si es que los dibujos animados son lo que son: maravillosa fantasía. Pero que les quiten lo bailao a los japos, que podrán contarles a sus nietos que le metieron un gol a los totems del deporte rey.

Ya podíamos nosotros conformarnos con tan poco y nos nos llevaríamos los chascos de siempre...