28 septiembre 2006

Acentos Musicales



No es mi intención que este blog se convierta en una crónica de conciertos, pero da la casualidad de que estos son los últimos eventos culturales en los que he estado y de los cuales me apetece hablar.

Almería en los últimos años está creciendo en eventos relacionados con la cultura, léase, teatro, música, espectáculos audiovisuales, deportes etc. Todo esto en menor medida a su crecimiento económico y así nos va. El desfase es casi irrecuperable, y la verdad es que observando a las nuevas generaciones adolescentes de la ESO he perdido la poca esperanza que tenía puesta en conseguir ese nivel de iniciativa cultural, más acorde al nivel económico, que permita realizar otras actividades de ocio más allá de ir al Bar y al Pub, que también se merecen su tiempo, pero no todo.

El caso, después del rollo pesimista, es que estuve en el concierto de Julieta Venegas en el Auditorio el domingo 24. He de reconocer que la chica no es santo de mi devoción por desconocimiento previo, pero me regalaron una entrada, y ya que me quejo de que faltan eventos, no hay que desaprovecharlos. Además, como no practico ningún tipo de integrismo musical, me parece que cualquier tipo de música en directo merece la pena.

El caso es que con esta chica noté cierto desconcierto en el panorama musical almeriense, y me explico. Allí vi a alguna gente del ambientillo pop independiente, bastante “integristas” a los cuales pregunté el porqué de su asistencia a un concierto de “primeros puestos martilleo Cuarenta Principales”, que para ellos, en teoría, es poco menos que Satanás. Y claro, hay que reconocer que Julieta se gana al menos el beneficio de la duda. A mí me gustó, y mereció la pena asistir y oír música con otro acento. Por cierto, la banda de lo mejor, incluyendo a Cecilia Bastida. ¡Puritita Tijuana!

14 septiembre 2006

De como la edad nos cambia la percepción exterior...


Se puede comprobar, echando la vista atrás en nuestros recuerdos gustativos, que con el tiempo, se produce una especie de evolución en nuestro paladar que nos permite saborear ciertos alimentos o bebidas que antes no eran de nuestro agrado.
No es un hecho extraordinario encontrarnos con casos de conocidos que desde siempre han odiado un sabor, tipo: cocido de garbanzos, lentejas con chorizo, el ajo o la tónica, y por arte de magia, años después, se vuelven acérrimos defensores de esos singulares sabores que antaño repelían.
Yo he experimentado esta evolución, pero en grado moderado porque siempre me ha gustado cualquier sabor, incluso la guindilla, quizá porque tenía este sentido del gusto atrofiado junto con el olfato. El caso es que mi descubrimiento de sabor ha sido el de la cerveza. Mi gusto por la “rubia“ ha evolucionado positivamente y, aunque antes me gustaba, ahora me vuelve loco e incluso, llego a distinguir alguna que otra variedad. El vino ya era mi bebida favorita, así que ahí me quedo lo mismo...

Entre los motivos de esta evolución se me ocurre que debe estar el deterioro de los órganos sensitivos que con la edad pierden facultades y matices, y de esta forma todo nos parece bueno...

También puede ser que con la edad nuestras prioridades se desplazan desde unos órganos a otros y las hormonas bajan un poco el nivel dejando que se perciban otra clase de estímulos sensitivos.

Y por último, mi caso, es que me he vuelto un borracho y no puedo pasar sin mi cervecica fría, acompañada o no, de su correspondiente tapa de pescaillo... O mejor aún de una copa de buen vino, del país o no...

¿Conocéis casos de evolución gustativa?

05 septiembre 2006

De Vuelta...

Como se hace tan dura la vuelta a la monotonía después de un maravilloso estío, como siempre, voy a intentar suavizarla enlazando la última entrada de festival musical con otro evento musical al cual asistí este verano.

Fue en Roquetas, el Pulpop, al cual asisto desde hace varios años, si me encuentro por la zona, desde que se celebraba como fin de las 100 horas de deporte.

El caso es que en esta edición noté más gente de la habitual y me gustaron mucho los grupos que actuaron. Me sorprendió el descaro y la fuerza de Lula. También me sorprendieron gratamente por su mejora los The Shake, a los cuales había visto actuar en sus comienzos en la Sala Elástica. Y por supuesto Maga y Second. Me perdí a los Bikini Lovers a mi pesar, porque me han hablado muy bien de ellos y parece ser que estuvieron muy bien.

El caso es que me lo pasé en grande con Juan de Pablos y sus excesos verbales y gestuales, pero no fui el que mejor se lo pasó. Cerca de mi, había un individuo que ya sospechosamente, se movía poseído en la actuación de Lula y después se confirmaron mis sospechas de que no era por ser super-fan, cuando tuvo que ser sostenido por dos colegas durante toda la noche porque no se tenía en pie por sus propios medios.

Y sí, se acabó el verano amigos, a sufrir toca...