23 mayo 2007

Subidas



Almería ya es de primera. Y lo es por el estatus que le proporciona el fútbol, que a día de hoy, es el mayor aval aceptado mayoritariamente para el reconocimiento social de cualquier cosa. Son tiempos gloriosos para el fútbol y por ende, son tiempos gloriosos para la ciudad. De poco valen sus históricos atractivos como las tapas, las maravillosas playas, el clima, la generosidad, la humildad y la buena gente, ante todo un rango futbolístico de ser de primera división. Y encima a las puertas de unas elecciones municipales. La alegría colectiva es un río fecundo en el que pescar votos y eso lo saben los políticos desde el capítulo primero de sus manuales de rapiña.

¿Y en el poniente que piensan de esto? Pues creo que hay de todo. Los de El Ejido, por ser los más afectados, ya que comenzaron el sueño un año antes (ascenso a segunda división), están resignados y enfadados. Han visto como su máximo rival les ha pasado por encima, mancillando su orgullo de pueblo crecido y en continua pugna por la supremacía provincial con la capital administrativa, si damos crédito a la teoría de que el fútbol es un factor indicativo de desarrollo importante, cosa muy dudosa, claro. El caso es que si lo analizamos, si que nos puede indicar un factor donde los ciudadanos destinan muchos recursos económicos y delegan representatividad corporativa. En definitiva, por su gran interés colectivo, se ha convertido en un instrumento de poder como otro.

Y en los demás municipios lógicamente muy pocos se subieron al carro ejidense y la mayoría optó por Almería que cuenta con la ventaja histórica de capitalidad, y con la ventaja etimológica de su nombre que tiene representatividad en todos los municipios por coincidir con el de la provincia.

El caso es que se viven tiempos de alegría en una ciudad que a la mínima, encuentra motivos para celebrar que levanta su cabeza del olvido y la miseria arraigada en el pensamiento común debido a los avatares de tiempos pasados de amargo recuerdo.

Y todo esto unido a las ganas de fiesta que tenemos todos por la inminente llegada del buen tiempo, pues dan como resultado una fenomenal fiesta vivida con pasión y buen rollo. ¡Enhorabuena a la U.D. Almería y enhorabuena a todos los aficionados!

Por cierto, no debemos olvidar, que en esencia, el fútbol no es nada más ni nada menos que un juego.