07 febrero 2008

Estructuras Espaciales


Si hay algo que caracteriza al Poniente de Almería son los Invernaderos. Y hace tiempo que leí que se trata de la única construcción creada por el hombre que se puede distinguir desde el espacio. No lo digo yo, lo dicen quienes han estado allí. El caso es que para los que vivimos por aquí es una parte más del paisaje, de hecho es el paisaje en sí y creo que no nos paramos a pensar lo extraordinario de su concepción. A priori puede parecer que el impacto medioambiental de estas estructuras es enorme, sin embargo, creo que deberíamos darle la vuelta a ese pensamiento extendido quizá debido a que se utilizan elementos artificiales muy visibles, ¡hasta desde el espacio se divisan!
Las estructuras están construidas de plástico y alambre con palos de madera o de hierro. El plástico se recicla en su totalidad, y tiene una vida útil de unos tres años. La madera es biodegradable y el hierro es reciclable también es su totalidad. La prueba es que cuando se abandona un invernadero y se desmonta, el paisaje vuelve a su estado original de inmediato. Además hay algunos estudios interesantes en cuanto a su contribución a la absorción de CO2 y el tristemente famoso calentamiento global. No olvidemos que debajo de esa capa blanca de plástico hay miles de hectáreas de masa vegetal que realiza la fotosíntesis y absorbe CO2, y que en condiciones naturales, debido a la aridez del terreno no podrían subsistir en dicha cantidad. En cuanto al aprovechamiento del agua es probablemente la agricultura más avanzada del mundo en ese sentido por la sencilla razón de que no hay. Así que se aprovecha cada gota del subsuelo con sistemas de riego por goteo y cultivos hidropónicos, y también con una red de canalizaciones por tuberías donde las pérdidas son prácticamente nulas.
Y en cuanto a las técnicas de cultivo, la producción biológica e integrada con insectos depredadores de las plagas garantizan unas hortalizas libres de pesticidas químicos.
Desde luego no todo es color de rosa, y existen residuos y basuras que poco a poco van remitiendo gracias a una mayor conciencia de los agricultores respecto a las buenas prácticas de cultivo.
La mala imagen de esta producción que siempre se ha asociado con algo artificial, como si el hombre fuese capaz de fabricar tomates o pimientos en esas factorías de plástico, siempre han estado alimentadas por un desconocimiento de las técnicas empleadas. Desde luego ya me gustaría tener esa fórmula mágica con la que fabricar como en una cadena de montaje miles de toneladas de hortalizas, pero lo único que se hace en estas estructuras es abrigar y proteger de las inclemencias del tiempo a las plantaciones y así, aumentar el ritmo de crecimiento natural de las plantas, y utilizar el conocimiento agrícola acumulado a lo largo de la historia. Es decir, lo mismo que cualquier agricultor de cualquier parte del mundo pero con un rendimiento optimizado de los recursos empleados. Además las técnicas de cultivo, poda, recolección son manuales y no se utiliza maquinaria pesada.
Es por eso que antes de criticar o menospreciar las hortalizas de invernadero, se conozca un poco mejor el tema. Desde luego a mi me parecen fascinantes a pesar de verlos cada día...