09 octubre 2007

¿Memoria?



Estos días se le revuelve el estómago a uno cada vez que escucha en los medios de falsificación el término “Memoria Histórica”, tan alegremente en relación al proyecto de ley que se le ha ocurrido a los impresentables que nos representan. Y ahí están los unos y los otros igualmente impresentables que ya tienen vidilla para reflotar la antigua línea que separaba las dos supuestas Españas y que les es cada vez más necesaria puesto que a las nuevas generaciones, que poco a poco entramos en edad de relevar, el ejercicio de sentido común y de pacto de silencio de los protagonistas, en la Transición, nos fue ocultada de forma higiénica. Necesitan reivindicarse y que no se olviden sus rencillas porque sino se les desmonta el chiringuito en una sociedad que poco tiene que ver hoy día con aquellas divisiones de hace años.

No se si fue una buena solución pero al menos se ha vivido en paz y teniendo claro que aquel disparate no debería volverse a repetir. Por eso, aunque en nuestra enseñanza se pasó de puntillas y con sigilo por aquel período, y gracias a eso, hoy día podemos recordar, aprender y repudiar aquel triste suceso y el período posterior de represión, no obstante, podemos recordar y tener Memoria Histórica de verdad, de la que no se tiene y de la que poca gente en este país tenemos. Y así nos va. Somos auténticos analfabetos históricos, auténticos ignorantes de hechos pasados en un país que puede presumir de ellos. Seguramente si conociéramos más nuestra historia, con todos sus matices, lugares, guerras, gobiernos, injusticias, héroes, etc., no tendríamos a estos sinvergüenzas como representantes.

Y es que la Memoria Histórica comienza allí hasta donde queramos llegar. La tierra de la vieja Hispania es la misma que pisamos. Íberos, Griegos, Romanos, Fenicios, Visigodos, Árabes... Sólo hay que darse una vuelta por Abdera, Berja, Murgis, Alpujarra... No me atrevo yo a utilizar el término tan alegremente siendo tan ignorante de nuestra historia, pero claro, los que lo utilizan hace tiempo que perdieron la vergüenza, si la tuvieron alguna vez.