18 febrero 2006

Cuestiones de Seedah'

Las once y media de la noche, caminando con unos amigos hacia los bares de las cuatro calles. En un cruce estrecho, un coche que sube por la calle, choca con una moto,o vehículo similar, se supone que en su origen, scooter. El golpe nos hace fijar la vista a todos los que pasamos por allí en el lugar del impacto. Montones de curiosos. La moto era ocupada por dos chavales, que han salido despedidos y se levantan rápidamente. Ha sido un impacto muy leve. El esqueleto de hierros que era y sigue siendo la moto, se encuentra enganchada en los pivotes de hierro -popularmente conocidos como cascagüevos- que impiden a los coches aparcar encima de las aceras.

Los chicos son bajitos, pocos años, pelo rapado, excepto una coronilla de espinas alrededor de la cabeza apuntando al cielo. Orejas perforadas abundantemente y con muchos aros y más metales. El conductor del coche se ha bajado y les pregunta:

- ¿Estáis bien? ¿ Os ha pasado algo? – Es un hombre de unos cuarenta años y va solo.

- Aayy!, Vaya ostia priimo, ¿es que no veh’ o qué? (acento macarrilla autóctono)

- Pero si no me habéis cedido la derecha y además me habéis salido en dirección prohibida...

- ¿Qué cascah’ tú?- voceando en actitud chulesca viendo el remolino de gente a su alrededor. Se mueve rápidamente en todas direcciones y pega una palmada fuerte a la trasera de una señal de dirección prohibida.- ¿ andestá el seedah’, sosio? ¿eh? ¿andestá el seeedah’? ¿Tú lo veh’? poque yo no veo na.

El hombre aguarda en silencio junto a su coche. Uno de los chavales se acerca mucho al conductor amenazándole con el dedo en la cara :

- Me vah’ a pagah’ la moto que me lah’ dejao destrozá , sosio.

En ese momento llegan los municipales. Los chavales, antes desafiantes, amenazantes, ahora son dos gatitos suaves:

- A ver, documentación – pide el policía al chaval.

- Es que no veh’ la moto... Vete a sabeh’ onde han io los papeleh’ con el porrazo que noh' ha dao

Seguimos nuestro camino, con una sonrisa. Ya tenemos coletilla para toda la noche y varios días: ¿ andestá el seedah’, sosio?